
Si
Mallorca es un rincón privilegiado en el Mediterráneo, un destino turístico de primer orden que atrae turistas de toda Europa, era lógico que, aprovechando además su condición insular, su puerto se convirtiera en escala de un buen número de cruceros.
El puerto de Palma de Mallorca es milenario, pues en la ciudad había tráfico marítimo aún antes de la dominación musulmana (902-1229), en dos parajes de las instalaciones actuales: la rada de Portopí y la Cala. Del actual Muelle Viejo hay ya referencias en órdenes del rey Jaume I del año 1273, que se mantuvieron casi igual con el paso de los siglos hasta el XIX, cuando empezaron sucesivas
remodelaciones.
Éstas continúan hoy bajo la gestión de
Ports de Balears, la Autoridad Portuaria de Baleares. Un Plan Director de Infraestructuras prevé una importante
ampliación del dique del Oeste.
Ubicación y cómo llegar
El puerto de Mallorca está en la capital,
Palma, delimitado por los barrios Puig de Sant Pere, Sa Llotja, La Seu, Sa Calatrava, Son Armadams, Santa Catalina, Es Jonquet y Foners, permitiendo el uso simultáneo de varios sectores comerciales que suelen caracterizar una instalación de estas características: pesca, carga, deportes y turismo.
Su tamaño es muy superior al de los otros del archipiélago (Alcudia, Ibiza, Mahón y La Savina), con un paseo marítimo que une de extremo a extremo las
cuatro zonas en que se divide, ganadas al mar en los años sesenta. Son los muelles comerciales, las dársenas deportivas, los muelles de Poniente y el dique del Oeste.
Estos dos últimos, subdivididos respectivamente en Paraires y varias alineaciones, están destinados a cruceros (aunque también a ferrys y graneleros) y constituyen uno de los puntos más importantes del Mediterráneo en ese sector.
La extensión coincide con la fachada marítima de la ciudad, de la que forma parte integral. Más concretamente, corresponde con el
casco antiguo, de ahí que el acceso sea muy fácil: el centro queda a menos de un kilómetro y el aeropuerto a diez, aproximadamente. Si se viaja desde fuera es posible llegar en los
ferrys que zarpan de Alcudia, Ibiza, Menorca, Barcelona, Denia y Valencia a cargo de las compañías Balearia, Acciona Transmediterránea e Iscomar.
Servicios y atracciones turísticas cerca del puerto
En el caso mallorquín este apartado se puede interpretar literalmente, pues en pocos minutos pasamos del puerto al casco urbano por el citado Paseo Marítimo. Allí, asomados al Mediterráneo, se alzan algunos de los monumentos más destacados, empezando por la silueta gótica de
Sa Seu (la Catedral) y su espectacular rosetón, a la que escoltan el
Palacio de La Almudaina, residencia real, y el
Museo Diocesano, ubicado igualmente en un palacio.
En las inmediaciones del puerto de Palma de Mallorca también se localizan la
Lonja, que es del siglo XIV, los
Baños Árabes del siglo X y el
Museo de Mallorca, visita perfecta para conocer la historia de la isla. Algo más al oeste e igualmente en la costa, nos encontramos con la peculiar arquitectura circular del
Castillo de Bellver, edificio medieval que sirvió de prisión durante siglos. E internándose por las calles llegaríamos a la bella basílica gótica de
Sant Francesc.