
Desde los cielos iluminados por auroras boreales hasta volcanes nevados en erupción o lagos congelados con burbujas atrapadas, viajar en invierno te regalará paisajes convertidos en escenarios de ensueño.
Sabemos que hay quienes sueñan con el calor del verano, las playas infinitas y la brisa del mar. Sin embargo, la época invernal tiene un encanto difícil de igualar. Y es que, por qué no reconocerlo, los meses más fríos del año regalan algunos de los espectáculos más asombrosos de la naturaleza y nuestros viajeros más intrépidos lo saben.
Desde auroras boreales que tiñen los cielos con colores que parecen sacados de una película de ciencia ficción, hasta cascadas convertidas en esculturas de hielo, viajar en invierno tiene algo especial. Si eres de los que busca destinos llenos de potencial, aquí tienes algunas ideas que te harán replantearte tu próxima escapada invernal, escenarios donde la climatología está detrás de espectáculos naturales capaces de despertar a los sentidos.
Quizás ya lo tengas claro pero por si aún albergas dudas, te confirmamos que no hay fenómeno natural que despierte más curiosidad en invierno que las auroras boreales. Lo que a simple vista es un espectáculo de luces de colores en el cielo nocturno, es en realidad un fenómeno más complejo.
Esta danza de luces en el cielo es el resultado de la interacción entre las partículas solares y el campo magnético terrestre y, aunque pueden aparecer en diversas latitudes, son más frecuentes y visibles en regiones cercanas al círculo polar ártico. ¿Sientes curiosidad por saber dónde ver auroras boreales para preparar tus próximas vacaciones de invierno? Aquí tienes algunos destinos imprescindibles:
Si estás planeando un viaje para ver auroras boreales, Islandia es una de las opciones más recomendables. Sus cielos despejados durante los meses invernales aumentan las probabilidades de disfrutar de este fenómeno. Y no solo eso. El país es en sí mismo un espectáculo de la naturaleza. Desde la relajante Laguna Azul, cuyas aguas termales contrastan con el frío exterior, hasta los géiseres o las playas de arena negra en Vík, que añaden un toque dramático al paisaje islandés, viajar a Islandia ofrece una combinación perfecta de aventura y belleza.
¿Imaginas poder contemplar auroras boreales en vivo y sin salir de la cama? Ubicada en pleno Círculo Polar Ártico, Tromsø es uno de los mejores lugares donde ver auroras boreales en Noruega. La ciudad tiene todo lo que se espera de una urbe cosmopolita pero, además, completa su encanto con una oferta de actividades imprescindibles vinculadas a la naturaleza salvaje. ¿Te gustaría vivir la emoción de un safari en trineo tirado por huskies? ¿O tal vez prefieres una excursión en motos de nieve a través de paisajes nevados capaces de dejarte sin palabras? Añade a la ecuación un alojamiento en un iglú de cristal y tu viaje a Tromsø para ver auroras boreales será redondo.
¿Las auroras boreales en Suecia son otro gran atractivo para los amantes de la naturaleza invernal. El Parque Nacional de Abisko, en la región de Laponia, por ejemplo, es famoso por su clima seco y cielos despejados, condiciones ideales para contemplar el fenómeno. Pesca en hielo, paseos en trineo o conocer de cerca la cultura sami, el pueblo indígena de la región, son otros de los encantos que te esperan más allá de ver auroras boreales. Y si quieres darle un plus a la experiencia, ¿qué tal una noche en el famoso Ice Hotel de Jukkasjärvi? Este famoso hotel de hielo ¡se renueva cada año con nuevas esculturas y diseños!
La época de las auroras boreales es, sin duda, un reclamo en muchos destinos nórdicos. Pero más allá de este fenómeno, lo cierto es que el invierno regala otros muchos espectáculos naturales. ¿Imaginas contemplar la fuerza del agua congelada por el frío? Sí, la caída de los mercurios es capaz de transformar cascadas en impresionantes esculturas de hielo.
Sin salir de Europa, la cascada de Gullfoss es un buen ejemplo de ello. Y es que nuestros más de 50 años de experiencia diseñando viajes a la medida de nuestros viajeros, nos permite confirmar que, más allá de auroras boreales, Islandia tiene mucho que ofrecer. Esta catarata, situada en el cañón del río Hvítá en el sureste del país, es una de las más emblemáticas. Durante los meses más fríos sus caídas de agua se congelan parcialmente, contrastando con el agua en movimiento y creando un fenómeno natural que no tiene desperdicio. Además, Gullfoss forma parte del llamado Círculo Dorado, una ruta turística que incluye otros sitios de interés como el área geotérmica de Geysir y el Parque Nacional Thingvellir.
Si los kilómetros (o el presupuesto) no son un inconveniente para ti, ¿Qué tal viajar a EEUU o Canadá? Si creías que las Cataratas del Niágara eran impresionantes en verano ¡espera a verlas en invierno cuando sucumben al frío!
¿Te seduce la idea de viajar a Canadá en invierno? Entonces estás de enhorabuena porque es otro de los destinos donde ver auroras boreales. Eso sí, además de mirar al cielo, no puedes dejar de visitar el popular lago Abraham. ¿El motivo? Sencillo. Este popular lago, ubicado en la provincia de Alberta, es famoso por sus burbujas congeladas, un fenómeno que se produce cuando el metano queda atrapado bajo la superficie del agua helada. Además, el Parque Nacional de Banff en el que está enclavado el lago, no solo ofrece esta maravilla natural, sino que es el escenario perfecto para practicar senderismo, esquí, escalada en hielo ¡y hasta para ver alces y lobos!
Atardeceres eternos en Finlandia donde durante varias semanas, el sol apenas se eleva sobre el horizonte, generando una estampa de postal a base de tonos rosados y anaranjados perpetuos en el cielo-, nieve y lava compartiendo protagonismo en Sicilia ( Italia), haciendo del Etna un escenario que parece sacado de otro planeta… El invierno es mucho más que frío y días más cortos. Es la oportunidad de ver auroras boreales, sí, pero también otros de los fenómenos naturales más impresionantes del planeta. ¿No sabes por dónde empezar? Deja que nuestro conocimiento de viajeros y destino te ayude a marcar la diferencia entre un buen viaje y el viaje de tu vida.