
Estos días ha sido noticia la reapertura del
Hotel Alfonso XIII de
Sevilla después de una remodelación completa para devolverle toso su esplendor original, aquel con que fue concebido para ser el
más lujoso de Europa en 1929.
Ubicado en la calle
San Fernando 2, entre la Puerta de Jerez, el Palacio de San Telmo y la Real Fábrica de Tabacos, es un establecimiento de 5 estrellas que en realidad pertenece al
Ayuntamiento sevillano, si bien éste ha cedido su explotación a la cadena
The Luxury Collection.
Posee
151 habitaciones, todas diferentes entre sí, de las que 18 son
Queen (individuales), 56 dobles
Deluxe, 58 de
Grand Deluxe (triples), 10 suites
Junior, 4 suites
Deluxe y 3 suites
Executive. Todas equipadas con doble acristalamiento, Wi-Fi, aire acondicionado, TV, 2 líneas de teléfono, minibar, caja fuerte y baño completo (bañera y ducha separadas, secador de pelo, albornoz...). Además, las 3 primeras tiene
decoración de estilo morisco o andaluz, mientras que las suites, que añaden a éstos el castellano, presentan elementos de adorno muy especiales, como candelabros de cristal de Bohemia y la fusión de muebles modernos con restaurados.
Novedades: suites y restaurantes
Mención aparte merecen los 3 tipos de suite superior, de las cuales 2 son novedad. Una es la
Reales Alcázares, de 80 metros cuadrados, que debe su nombre al monumento en que se inspira (y al que tiene vistas), versionando el gabinete privado de María de Padilla, amante del rey Pedro. Otra es la
Suite Torreón, así llamada por estar en una torre con terraza y que tiene 120 metros cuadrados (capacidad para 6 personas). Por último, la
Suite Real (en la foto), de 200 metros, con cocina y comedor para 10 personas, que era la que utilizaba Alfonso XIII.
En el apartado gastronómico también hay novedades, pues el
hotel, que oferta servicio de
cátering, dispone ahora de 3 restaurantes: el
San Fernando, ubicado en el patio central y premiado varias veces; el
restaurante-bodega Alfonso, con terraza y especializado en tapas, además de ofrecer una amplia carta de vinos; y el
Taifas, junto a la piscina y jardines, donde se degusta cocina mediterránea. También hay un
Bar Americano de estilo
art déco.
Bodas, banquetes y eventos variados pueden celebrarse gracias a los
8 salones con aforo para 350 personas. Y a estos servicios hay que añadir una piscina, un gimnasio y un centro de masajes.
Un poco de Historia
El hotel Alfonso XIII es fruto de su época. Fue diseñado por el arquitecto
José Espiau y Muñoz, cuyo proyecto ganó el concurso convocado bajo la dirección de otro ilustre profesional, Aníbal González, para dotar a la ciudad de un hotel acorde a la categoría de los dignatarios que habrían de visitarla con motivo de la
Exposición Iberoamericana de 1929. El presupuesto fue de 4 millones de pesetas.
Se construyó entre 1916 y 1928 con
materiales sencillos (ladrillo, yeso, madera, cerámica), si bien la decoración interior era y es suntuosa, con mármoles, artesonados y lámparas de Murano. La inauguración fue al año siguiente, con un banquete real en el que el monarca que daba nombre al sitio y su esposa Ena (Victoria Eugenia) celebraron la boda de su hija Isabel con Juan Zamoyski.
Durante la Segunda República cambió de nombre, pasando a llamarse
Hotel Andalucía Palace, pero luego recuperó el original. Y hablando de originales, algunos de sus muebles son de época, debidamente restaurados, pero, para aumentar la comodidad de los huéspedes, muchos han sido sustituidos por modelos más modernos; los antiguos, cerca de 2.500 unidades, serán
subastados públicamente. Auténticas joyas que se pudieron ver en algunas
películas, como
Lawrence de Arabia.