
El
Radisson Blu es un lujoso establecimiento de
cinco estrellas situado la
Karl Liebknecht Strasse 3 del barrio noreste en
Berlín, al lado de la catedral y muy cerca del río Spree, la Isla de los Museos y el Palacio Real. Como se ve, está muy bien situado y se puede acceder rápidamente caminando a todos los puntos de interés turístico de la ciudad: el
boulevard Unter den Linden, las exclusivas tiendas de
Friedrichstrasse, la Puerta de Brandenburgo y la
Potsdamer Platz; todo queda a corta distancia a pie. También se llega rápidamente al
aeropuerto Tempelhof , ya que está a 4 kilómetros del hotel: 9 minutos en coche, .
El edificio, de ocho plantas, fue terminado en el 2004, aunque ya empezó a funcionar en el año anterior, y pertenece a la cadena
Radisson SAS Hotels & Resorts. En cuanto a alojamiento ofrece
427 habitaciones, algunas con vistas al río Spree, repartidas en una amplia gama que va desde el tipo
Standard Guest Room-Hot Deal a
Junior Suite, partiendo de un precio de
149 euros.
Evidentemente, como sitio de alto
standing dispone de toda clase de
servicios: dos restaurantes (uno de ellos especializado en comida asiática), servicio de habitaciones, bar, recepción 24 horas, habitaciones para no fumadores, centro de negocios, lavandería, desayuno en la habitación, registro de entrada y salida exprés. En el ámbito del
relax cuenta con el
Splash Spa que ofrece una piscina cubierta, sauna,
jacuzzi, solárium, baño turco, servicio de masajes y un gimnasio propio.
Un acuario en el vestíbulo
Pero nada de esto sería especialmente llamativo respecto a otros
hoteles de no ser por la que es su mayor seña de identidad: el
Aquadom. Se trata de un inmenso
acuario de agua salada con 11 metros de diámetro y 25 de altura. Fue diseñado en el estudio de arquitectura del ruso
Sergei Tchoban y construido por la compañía estadounidense
Reynolds Polymer Technology, que tuvo que ingeniárselas y emplear las
técnicas más vanguardistas en el ámbito estructural para poder soportar sobre la superficie relativamente pequeña de su vestíbulo las 150 toneladas que pesa el
Aquadom.
Construida en vidrio sintético, esta gigantesca pecera contiene nada menos que 900.000 litros de agua marina en la que habitan alrededor de
2.600 peces de más de 50 especies diferentes, incluyendo el pez gatillo, el pez napoleón, pez globo, la caballa cero y el pez luna de plata. Se pueden contemplar desde el mismo interior en todo su esplendor, dado que la estructura dispone en su centro de un
ascensor de cristal de dos pisos (5 metros de altura / peso de 25 toneladas) con una capacidad para 48 personas, entre ellas un guía, aunque hay que señalar que
esta visita se cobra aparte.
La gestión biológica del acuario está a cargo de la
Berlin Society for Large Aquariums (Sociedad de Berlín de Grandes Acuarios) y su mantenimiento corresponde a
Sea Life Berlin. Su precio alcanzó la desorbitante suma de
12,8 millones de euros pero el resultado es espectacular.