
La cadena hotelera
Hotusa Hotels, autopublicitada como la primera de alojamientos independientes, tiene en
Bruselas uno de sus mejores exponentes. Ubicado en la
Rue Royale 250 del barrio Botanique, a unos 20 minutos de la
Gran Place (hay estación de Metro a poco más de 100 metros), se alza el
Hotel Bloom, un establecimiento que ofrece al cliente una estancia agradable y relajada combinándola originalmente con una atmósfera distinta, curiosa y ampliada por la cercanía del Jardín Botánico.
Se trata de un hotel de
tres estrellas equipado con ascensor,
párking de pago, espacios adaptados para personas de movilidad reducida, cunas, gimnasio y un bar-restaurante llamado
Smoods en el que se sirve un desayuno
buffet pero también es posible comer o cenar platos de temporada y especialidades locales. Además, todo el edificio dispone de
conexión Wi-Fi gratuita con una velocidad de 60 Mb.
El acceso a Internet es interesante porque hay
14 salones para reuniones de trabajo u otro tipo de eventos, con una capacidad máxima, según configuración (algunos salones incluso pueden unirse entre sí), para 433 personas. Asimismo, el
patio puede acoger otros 2 centenares.
Habitaciones pintadas al fresco
Respecto a las
habitaciones, cuentan con unas premisas de partida similares para todas: color blanco para paredes y suelos y decoración minimalista ideńtica, aunque cada una con un toque propio de diseño. Efectivamente, la característica principal del Hotel Bloom estriba en que los dormitorios fueron embellecidos en 2007 por
estudiantes de Bellas Artes de 47 nacionalidades, previamente seleccionados por un comité del ELIA (
European Ligue of Institutes of Arts).
Cada pared de fondo de la cama está
pintada al fresco en vivos colores que contrastan con el blanco, contándose un total de 287 temas diferentes en 4.100 metros cuadrados de paredes que incluyen también al restaurante. Los motivos son variados y, si bien predominan los
florales -el concepto de florecimiento inspiró, al parecer el nombre del hotel- también los hay figurativos, abstractos y de aires inconfundiblemente
comiqueros; al fin y al cabo, Bruselas es la capital del llamado Octavo arte y el Centro Belga del Cómic se halla apenas a 10 minutos a pie.
Actualmente se ofertan 605 habitaciones de diversos tipos, con tarifas que oscilan entre
75 euros las más sencillas y
165 las que son tipo dúplex (
loft), pasando por los
89 euros de las familiares. Parte de la gracia estriba en que
el cliente puede elegir personalmente cuál prefiere en el momento de hacer la reserva: en la web del
hotel aparecen las fotos de todas y sólo hay que marcar la que más guste para pernoctar en ella.
Por lo demás, todas disponen de aire acondicionado, cama grande, televisor de pantalla plana por cable, cafetera y tetera, sillón ergonómico con reposapiés, minibar, mesa de trabajo, caja fuerte, teléfono y baño con secador. Ninguna tiene menos de
30 metros cuadrados y casi todas gozan de grandes ventanales que proporcionan luz natural.