Casamarilla es un tranquilo refugio de belleza en una distinguida casa familiar del siglo XIX, a solo 200 metros del mar. Este hotel rural ofrece un escape idílico en un entorno natural lejos del bullicio turístico, donde la elegancia y el encanto de antaño se entrelazan para brindar una experiencia única a sus huéspedes. Con solo siete habitaciones, Casamarilla asegura una estancia íntima y acogedora. Cada habitación ha sido decorada en un refinado estilo inglés, creando ambientes cálidos que invitan al descanso. Aquellos sin vista al mar disfrutarán de impresionantes panorámicas de las montañas circundantes. La ubicación de Casamarilla es ideal para amantes de la naturaleza y el deporte al aire libre. A poca distancia se encuentra un campo de golf diseñado por Severiano Ballesteros, así como numerosas rutas para explorar a pie o en bicicleta. Además, la zona es un paraíso para los observadores de aves, con una gran variedad de especies. En los alrededores, pintorescos pueblos ofrecen una inmersión en la gastronomía y cultura local. Estas localidades mantienen viva la tradición y permiten a los visitantes experimentar la hospitalidad y el sabor auténtico de la región. La estancia en Casamarilla se convierte en una experiencia rica en sensaciones y descubrimientos, donde cada rincón cuenta una historia y cada plato lleva impreso el carácter de la tierra.
El Gomero se encuentra en una zona aislada, tiene 50 metros de longitud y 15 metros de ancho y su nivel de ocupación es medio. Se puede llegar a pie fácilmente o en coche.