Las experiencias en cada puerto van a ser inolvidables. Y es que además de disfrutar de las actividades y comodidades que te ofrece el crucero y su tripulación durante los días de navegación, las paradas en los puertos más interesantes van a ser parte de la aventura. Ciudades monumentales, repletas de vida y patrimonio te darán la bienvenida.
Sin ir muy lejos de Hobart, se puede visitar el monte Wellington, una colina con más de 1000 metros de altura que ofrece una vista panorámica increíble de esta urbe. Las cumbres permanecen casi todo el año nevadas, y sus laderas más bajas ofrecen un lugar ideal para realizar senderismo y poder admirara la naturaleza de la zona.
El puerto de Hobart tiene ese encanto especial de puerto de antaño donde las redes de los pescadores se dejan secar al sol, el muelle es de madera y hay varios botes realmente auténticos. Pasear por este puerto y descansar en alguno de sus bancos mientras se degusta un dulce es una experiencia inolvidable.
La capital de Tasmania, Hobart, ofrece una estancia tranquila en uno de los destinos más remotos del mundo. A pesar de su pequeño tamaño, la ciudad cuenta con numerosas zonas interesantes donde poder conocer la historia y el día a día de sus habitantes. Uno de estos lugares es Salamanca Place, el centro neurálgico de la ciudad, el cual tiene un toque muy pintoresco por sus numerosos edificios georgianos.