Palma de Mallorca, un rincón con mucho encanto

La catedral de Palma de Mallorca es uno de los principales monumentos que ve el visitante cuando llega a la ciudad. Y es que la catedral está ubicada en un punto poco cotidiano para los edificios eclesiásticos, se halla a orillas del mar Mediterráneo. Además de la situación, la catedral es interesante por su estilo gótico y el tamaño de su rosetón.

El casco antiguo de Palma hay que recorrerlo con calma, admirar cada callejuela empedrada y disfrutar de lo que ha dejado cada civilización y cultura que ha habitado en esta ciudad. Además de los típicos monumentos eclesiásticos que abundan en todo centro histórico, podrás disfrutar de los agradables patios de las grandes casas mallorquinas que se ubicas en el centro histórico, de los baños árabes y de sus bellas fachadas.

El Paseo Marítimo es uno de los lugares más dinámicos de la ciudad, el cual recorre toda la bahía de Palma. Aquí podrás admirar los grandes yates amarrados al puerto, disfrutar de una agradable cena o comida o simplemente del ir y venir de los palmesanos.

La Almudaina es uno de los monumentos más visitados de la isla. Está ubicado muy cerca de la catedral y también del mar Mediterráneo. Este patrimonial edificio, corte de los monarcas de Mallorca y también de España, fue construido en el siglo XIV. Actualmente está catalogado como Bien de Interés Cultural.