La idea surgió cuando Marta Aguilera se encontraba en México de viaje y le contaba a un amigo todas las peripecias que le habían sucedido en Uruguay. Su amigo estaba tan absorto escuchándola que le animó a que abriese un blog y contase sus anécdotas. Dos años más tarde de esa sugerencia... apareció La Mochila de Mamá.
El nombre es un homenaje a su madre. Una viajera incansable que ha recorrido Alaska, Bután, Uzbekistán o Valsaín. El contenido del blog está muy bien redactado, y nos cuenta toda su experiencia viajera. Dice que le queda pendiente sentarse con su madre para que le detalle todos los países tan lejanos donde ha estado.
[caption id="attachment_35885" align="alignright" width="355"]Lo que más le ha aportado el blog es la gran cantidad de amigos que ha hecho a través de él. Y quitarse además la espinita de poder escribir, que es por lo que se hizo periodista. Lo empezó sin ninguna pretensión más que la de contar experiencias y recomendaciones viajeras. Y si con él ha ayudado a sus lectores a decidirse por un destino, a hacer una ruta o a pasar un buen rato de lectura-
Su sueño es hacer la Panamericana, pero desde Ushuaia hasta Alaska, aunque todavía no sabe cuándo se cumplirá. De momento prefiere centrarse en sus próximas escapadas de fin de semana, puentes y vacaciones, que son más factibles y hacen más llevaderas las jornadas de trabajo.
Sus lectores le preguntan sobre datos prácticos y sobre un curso Homestay que hizo en Inglaterra hace un par de años. Marta nos cuenta que ha tenido la oportunidad de viajar desde pequeña. Y de hecho, desarrolló sus prácticas de periodismo en Uruguay, país del que se quedó completamente enamorada. De hecho, Cabo Polonio sería su lugar por donde comenzaría una nueva vida. " No hay agua, no hay electricidad y la gente que vive allí es feliz."
Y en cuanto a la diversidad cultural…se queda con Egipto y Turquía.
[caption id="attachment_35886" align="alignleft" width="360"]Siempre viaja acompañada de su pareja, amigos o sus padres y le encanta porque le gusta compartir sus aficiones con la gente que quiero. Sin embargo, a Uruguay y México se fue sola. Y aunque iba con cierto miedo a la soledad, descubrió el placer de viajar sin compañía o de buscarla durante el viaje. Repetiría sin lugar a dudas porque le sirvió para guardar la timidez en la mochila, desinhibirse y abrirse muchísimo a los lugares y la gente de allí.
Tiene una sección de gastronomía y según nos ha contado, no se puede resistir a una hamburguesa bien hecha con su pan tostadito ni a un buen solomillo o chuletón poco hechos. Le tira muchísimo la carne y por suerte en España las buenas carnes no faltan.
Y la comida más rara que ha probado son los chapulines y los tacos de ojo, y no le hicieron mucha gracia, aunque se alegra de haberlos probado.
Terminamos con un consejo viajero que le da su madre: siempre que estés fuera de casa hay que ser prudente y respetuoso. Nosotros esperamos que cumpla su sueño viajero y que nos lo cuente a través de este gran blog.
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