
El
turismo enológico es una de las grandes bazas que tenemos España como extensión de la ya de por sí amplia gama de posibilidades que se presentan a los viajeros. Especialmente en algunas zonas de gran tradición vinícola, como
La Rioja. Por eso no es de extrañar que algunos
hoteles de la región, tanto en su parte logroñesa como en la alavesa, recurran a ese atractivo añadido.
En esta última, en la calle Mayor de la aldea de
Villabuena de Álava, a 45 kilómetros de Vitoria y 40 de Logroño, se sitúa el
Hotel Viura. Es un un establecimiento de 4 estrellas y diseño vanguardista que entra dentro de la categoría de
hotel boutique, conjugando su innovador aspecto con el entorno rural de montes y viñedos, a los que se suma el pueblo, que formó parte de Laguardia hasta 1661.
La espectacular arquitectura está firmada por
Beatriz Pérez Echazarreta en colaboración con
Designhouses y presenta un aspecto exterior conseguido a base de
cubos modulares asimétricos, de grandes ventanales y aparentemente distribuidos de forma desordenada. La potente imagen que ofrece esta fachada contrasta, sin desvincularse totalmente, con la de la torre de la iglesia de San Andrés, que asoma su estilo barroco al fondo, como rematando la terraza ajardinada superior.
Pero lo más original de esos cubos, construidos con materiales naturales de la tierra, es que
cada uno constituye una habitación, quedando los espacios entre ellos para zona de paso y servicio. Todos tienen una decoración propia a cargo de diversas casas, con mobiliario individualizado bajo la premisa común de los
tonos terrosos y oxidados típicos del entorno de una bodega.
Enoturismo
Porque
bodegas no faltan en los alrededores. En el mismo pueblo está la de Izadi y, a 10 kilómetros, la Bodega-Museo Dinastía Vivanco, a las cuales, junto a otras más y las propias plantaciones, se organizan excursiones y visitas. De hecho, el ambiente se respira incluso en el hotel, pues el
restaurante, concebido como
"área específica para deleite de los sentidos" (ofrece cocina riojana y vasca en carta o menú degustación), tiene un original falso techo conseguido a base de
barricas.
Aunque, conste, la enología no es la única actividad que practicar. El Viura anuncia una oferta de
aire (paseos en globo, parapente, avioneta, ultraligero),
agua (canoa,
rafting, piragua, barranquismo) y
tierra (senderismo, pelota vasca, 4 x 4,
quads, bicicleta) a la que se pueden añadir vinoterapia, clases de cocina (
pintxos), etc.
Respecto al hotel por dentro, dispone de
33 habitaciones de 3 tipos (
Viura,
De luxe y
Suite) de 25 metros cuadrados y equipadas con baño completo (bañera y ducha separadas, secador,
amenities), minibar, TV de plasma (32 pulgadas) con reproductor de DVD o
Blue Ray (hay videoteca) y, en la suite, cafetera Nespresso. Además todos los clientes tienen
gimnasio y
párking gratuitos.
Se organizan eventos y reuniones de trabajo en los
salones polivalentes, que tienen luz natural (son todos exteriores) y tecnología audiovisual, incluyendo
Wi-Fi gratis. Por último, la terraza ajardinada constituye un
lounge especial para
bodas y
banquetes con espléndidas vistas a la sierra de Cantabria.