
La necesidad de mejorar y buscar la especialización o el toque diferenciador en el sector hotelero hace que cada vez más a menudo vayan surgiendo nuevos términos. Últimamente había sido el hotel
boutique el que empezaba a difundirse como forma de definir un alojamiento más o menos pequeño y con un encanto especial en lo referente a decoración o atención al cliente. Ahora acaba de aparecer otro concepto: el de los
condo hoteles.
¿Qué son los condo hoteles? Pese a la confusa semántica, no hay que confundir el significado. Es una palabra que procede de los términos condominio y hotel y que designa una fórmula de alojamiento en la que
se combinan el alojamiento en una propiedad y en un establecimiento, de manera que el particular es dueño de la habitación pero ésta es gestionada por la cadena hotelera.
El procedimiento sería el siguiente: un
promotor inmobilario vende las unidades condo, es decir, las habitaciones de un hotel, a un
inversor particular quien, a su vez, cede el derecho de gestión de esa propiedad -o parte de él- a una
cadena hotelera. A
priori la idea recordará a aquella moda de hace unas décadas, el
timesharing, aquí denominado
multipropiedad, pero en realidad son cosas muy diferentes porque en ésta sólo se era dueño del derecho de uso y además por un tiempo (que solía oscilar entre 30 y 50 años). En cambio, en el modelo de los condo hoteles el propietario lo es plenamente (incluso queda inscrito en el Registro de la Propiedad).
Ventajas
La pregunta que ser hará más de uno es ¿dónde está la ventaja? Pues hay varias y para ambas partes. El comprador adquiere una
segunda residencia para sus vacaciones con la atención añadida de ser tratado con la exquisitez de un hotel, ofreciéndosele los servicios habituales en esos casos: piscina, gimnasio,
spa, restaurantes, etc. Además, por un lado se
ahorra la comunidad, el mantenimiento y los suministros de electricidad, agua y gas, y por otro puede sacar un
rendimiento extra alquilando la habitación durante los meses que no la utilice.
También el promotor inmobiliario saca gran partido al régimen de condo hoteles, ya que no sólo
venderá más fácilmente las habitaciones sino que se le presentan oportunidades de
inversión en la remodelación de otros
hoteles considerados anticuados. Y por último, el gestor hotelero desarrolla su negocio gestionando las habitaciones cuando su dueño no las ocupa. Se supone que las tres partes interesadas
reparten los beneficios al final del año o cuando diga el contrato.
Sin embargo no faltan algunos inconvenientes, propios de los primeros e inciertos pasos. El primero de todos es la
legislación, ya que el turismo depende de las comunidades autónomas y algunas ya cuentan con regulación y otras no, aunque cabe suponer que es cuestión de tiempo porque otros países como EEUU o Francia ya cuentan con ella. El otro radica en la
limitación del derecho al uso de la habitación por parte de su propietario, pero eso es algo que debe tener claro desde el primer momento quien opte por un condo hotel.