No todo en Francia es París. Uno de los departamentos más interesantes y turísticos es el del Loira que, en su versión atlántica, tiene como capital y principal referencia a la ciudad de
Nantes, que constituye un buen sitio para tomarse unas
vacaciones lejos de calores y agobios.
Situada en el estuario del
río Loira, aquel peculiar asentamiento de los antiguos namnetos (de donde viene su nombre actual) que no era marítimo pero tampoco de secano se convirtió en una encrucijada comercial e industrial gracias a su dinámico puerto, el mismo en el que se embarcó un joven soñador llamado
Julio Verne, a la postre hijo predilecto del lugar.
Recorridos urbanos
Si te decides a visitar Nantes, has de saber que son varios los
recorridos que puedes hacer por el casco urbano, organizados además por temas y siempre debidamente señalizados y explicados en carteles informativos colocados por las autoridades municipales.
Así, el llamado
Los imprescindibles proporciona una
visión general a través de la visita a sitios como el castillo de los Duques de Bretaña (sede del Museo de Historia), la Catedral de San Pedro y San Pablo, la plaza del Cambio, la iglesia de la Santa Cruz, la isla Feydeau, la plaza Real, la galería Pommeraye, la bolsa o el muelle de la Fosse.
El conocido como
Recinto de los astilleros te guía por esa
zona portuaria que eclosionó en el siglo XIX y que actualmente, rehabilitada en 2007, te ofrecerá las Naves del Loira, la Grada de los Talleres, el muelle de las Antillas, el hangar de Plátanos y otras muestras de patrimonio industrial.
Mención aparte para las
Máquinas de la Isla, un insólito
parque de atracciones donde no podrás evitar una exclamación de asombro al ver los fantásticos ingenios mecánicos que la pueblan: el Gran Elefante, la Galería de las Máquinas, el Árbol de las Garzas o el taller de construcción. Por cierto, imposible desligar el lugar de la vecina Casa-museo Jules Verne.
Otro recorrido temático se llama
Nantes y la trata negrera, en el cual descubrirás la historia
in situ de la siniestra
actividad esclavista, conociendo el Memorial de la Abolición, el punto de donde salían los barcos y muchos más sitios.
Museos y visitas
No, nos olvidamos de la pequeña pero destacada lista de
museos que completaría a los ya citados: el de Bellas Artes, el de Historia Natural y el Thomas Dobrée. Les puedes añadir el Maillé Brézé, que es un buque de guerra retirado del servicio que se puede ver por dentro.
Si quieres aún más, en el entorno de la ciudad dispones de dos opciones más. Al suroeste, asomada al Atlántico, está la ciudad de Noirmouthier, donde puedes pasar una jornada divirtiéndote y aprendiendo sobre la fauna marina en el
Sealand Aquarium. Y en dirección contraria, a hora y media tierra adentro, está el
Bioparc de Doué la Fontaine, con animales procedentes de los más variados ecosistemas mundiales.