
En alguna ocasión hemos hecho referencia a las
5 estrellas GL (Gran Lujo), categoría que no es muy frecuente, aunque en España hay algún establecimiento así. Uno de ellos es el
Hotel La Bobadilla, establecimiento de la cadena Barceló ubicado en la finca homónima de Loja (Granada), en un bello entorno natural y construido bajo los cánones de las antiguas
villas andaluzas.
Corrían los años 80 cuando distinguidos miembros de la sociedad europea decidieron crear su propio paraíso en España conservando los cánones de los típicos palacios regionales.
Un sitio de extraordinaria personalidad, mezcla de la elegancia de la aristocracia europea y la bohemia de lujo, en el que participaron destacadas personalidades de la sociedad marbellí como Jaime de Mora y Aragón y el príncipe Alfonso de Hohenlohe.
Si un
hotel se distingue por la capacidad de generar emociones y experiencias únicas a sus huéspedes, el
Bobadilla puede presumir de conseguir con creces el objetivo, ya que forma parte del selecto club
Leading Hotels of the World y ha ganado diversos galardones al
Más romántico de Europa o el
Johansens a la Excelencia 2010. El arquitecto
Jesús del Valle y la decoradora
Begoña Zunzunegui de Becara se encargaron de dar forma a la idea, renovando el edificio anterior pero, a la vez, conservando su espíritu.
En las
instalaciones se puede encontrar una piscina exterior de 1.500 metros cuadrados rodeada de palmeras y jardines, un spa de 800 metros cuadradoscon otra piscina -climatizada- y tratamientos variados (masajes, cromoterapia, sauna, gimnasio, etc), una zona infantil (con otra piscina más, miniclub y parque), 9 salas para reuniones y eventos (la mayor con capacidad para 500 personas, según distribución), una capilla de estilo mudéjar para bodas (con un órgano mecánico de 1.595 tubos) y un apartado gastronómico a cargo de 2 bares (uno de copas y una bodega) y 3 restaurantes (uno de verano, otro de comida local y
La Finca, de 5 tenedores).
La Alhambra, suite de ensueño
El
Bobadilla dispone de
70 habitaciones exteriores concebidas bajo los cánones de las antiguas villas andaluzas. La
suite La Alhambra es el máximo y más exquisito exponente de esta idea. Se llega desde el
hall principal por una escalera de caracol, ya que está situada en el tercer piso de la torre; allí esperan 100 metros cuadrados con muebles adquiridos en anticuarios de toda España, celosías para separar los espacios, salón con chimenea y comedor, además de un cuarto de baño digno de un palacio árabe, con paredes de ladrillo visto, techo de madera y acabados en mármol.
Hay amplios ventanales repartidos en 360 grados de manera que permiten espléndidas
panorámicas a una vasta extensión de olivos y bosque mediterráneo, 350 hectáreas en plena naturaleza, equivalentes a la superficie del Central Park de Nueva York, casi dos veces mayor que el Principado de Mónaco y ocho veces la Ciudad del Vaticano. Por cierto, los huesos de aceituna procedentes de esos campos sirven para dotar de
energía al edificio, reduciendo en más de un 80% sus emisiones de CO2.
Así pues, un retiro de ensueño bucólico para viajeros VIP. Y si alguno no puede desconectar del todo, tiene conexión Wi-Fi gratuita.