
Terminamos el repaso a los ganadores españoles de los Premios Condé Nast Johansen con el Gran Hotel Bahía del Duque Resort, que fue finalista de los Premios MICE y se llevó el
EMEA Annual Experience Meeting Proposal Award por decisión del jurado de expertos en viajes de lujo que debían fallar los galardones. Y lujo no falta aquí, pues hasta ofrecen presupuestar el traslado en
jet privado.
Ubicado en
Tenerife, de cara al Océano Atlántico, es un extraordinario oasis de paisajes brillantes rodeado de aguas cristalinas y ricas en vida marina. De hecho, está muy presente la sensación de naturaleza hasta el punto de que 63.000 de los 100.000 metros cuadrados del establecimiento son
jardines, para sentirse en un paraíso en miniatura. Podrían dar fe de ello
famosos huéspedes como Michael Schumacher, Margaret Thatcher, Mariah Carey o Luis miguel.
El
hotel fue creado en 1993 con diseño del tinerfeño
Andrés Piñeiro, que lo ideó como si de un pueblo canario se tratara (el uniforme del personal también se basa en el traje folklórico local), combinando la arquitectura tradicional local con la distribución de una plaza veneciana y un gran jardín botánico alrededor. Para ello se eligió situarlo en Playa del duque, en la
Costa Adeje, un lugar semidesierto hasta entonces.
Dispone de
356 habitaciones formando un balcón abierto a la playa. Las hay
dobles, Suites, Junior Suites y
Family Suites, todas con baño con ducha separada y
amenities L’Occitane en Provence, cama grande o 2 individuales, menú de almohadas y sábanas, TV con pantalla LCD, caja fuerte, teléfono y conexión Wi-Fi gratuita; algunas incluso están comunicadas entre sí. Pero además tiene las llamadas
Casas Ducales, que recrean una hacienda colonial a base de lujo y equilibrio con trato personalizado a cargo de un mayordomo, y las 40 exclusivas
Villas construidas con piedra volcánica y decoradas por el especialista Pascua Ortega.
Qué ofrece el Gran Hotel Bahía del Duque Resort
Este carácter exquisito se extiende, nunca mejor dicho, a la
gastronomía. Son 9 los restaurantes a elegir para disfrutar de las diversas cocinas internacionales:
Los Bernegales (buffet y desayuno),
La Brasserie (snacks, almuerzos y cenas),
La Trattoria (comida italiana),
Beach Club (platos mediterráneos tipo arroces y pescados),
La Tasca (tapas y cocina española),
La Hacienda (recorrido gastronómico por 3 continentes),
Asia-Kan (degustaciones orientales de China, Japón y Tailandia),
Pasta&Pasta (está claro ¿no?) y
Las Aguas (cocina canaria). A ellos se unen una docena de bares, cafeterías y coctelerías.
Si quedaba algo para redondear las puntas de las
5 estrellas del Gran Hotel Bahía del Duque Resort era un spa. Y, claro, no falta: el primer
Spa L'Occitane en Provence de España galardonado por Condé Nast Johansens el
Mejor de 2011. Este elegante y relajante rincón se beneficia del agua pura del Océano Atlántico y del excelente clima primaveral de la Isla, con una media de 23º C durante todo el año. Las exclusivas suites de talasoterapia ofrecen una selección de tratamientos basados en los beneficios terapéuticos del agua de mar. Gimnasio, una piscina de 35 metros, decenas de cabinas de tratamientos, solarium con baño turco, sauna, ducha escocesa, etc.
En suma, un lugar idóneo para una escapada en la que olvidarse del mundo por unos días, dedicándose a disfrutar de las múltiples
actividades posibles, sean activas como el voley playa o el squash, menos movidas como el billar o el baile, o decididamente tranquilas, caso de la pintura o el observatorio astronómico. Los niños no son un problema y cuentan con el
Duqui-Club (hasta 12 años) y el
Teen Lounge (para los ya adolescentes). A no ser que se tenga en mente aprovechar sus 3.000 metros cuadrados de
salones (hay 26) para organizar algún evento, especialmente si se trata de una boda.