
El
hotel Disney's Sequoia Logde es un alojamiento ideal para aquellos que, estén donde estén, no quieren perder contacto con la naturaleza. Situado en un bosque a orillas del Lago Disney, este edificio de decoración rústica que recuerda a las cabañas de los parques nacionales estadounidenses, se convertirá en tu refugio después de un día frenético en
Disneyland® Paris.
Tu refugio de montaña
Respirar el aire puro, hacer un picnic junto al lago y leer un libro al calor de la chimenea (o a la sombra de un árbol, si viajas en verano) son algunas de las opciones que ofrece este alojamiento en cuya sencillez reside su mayor encanto.
Equipadas con
mobiliario de madera natural, sus habitaciones estándar son perfectas para familias que buscan relajarse en un ambiente sin estridencias. Por supuesto, todas cuentan con las comodidades necesarias para que no os falte de nada, y si os decidís por una
suite Montana, dispondréis de servicios y facilidades añadidas como un mayor espacio, vistas al lago, acceso directo a los restaurantes y a la recepción, y Vip
Fastpass para ahorraros las colas en las atracciones.
¿Qué hemos cazado hoy?
Tranquilo, no tendrás que armarte con una escopeta para llevarte algo a la boca, pero cuando te sientes a la mesa del restaurante
Hunter’s Grill te sentirás casi como un cazador. Allí te espera un delicioso
bufé especializado en carnes con el que reponer las fuerzas gastadas en el Parque, y si un día te apetece algo más sencillo y casero, en la
Beaver Creek Tavern podrás saciar tu apetito con un amplio abanico de
platos internacionales.
Para finalizar la velada, pásate por el
Redwood Bar and Lounge y
disfruta de un cóctel junto a su gran chimenea. Los niños, mientras tanto, en la sala de juegos: ¡ellos sí que tienen energía!
Una piscina de ensueño
Hemos reservado lo mejor para el final, y es que
cuando descubras la piscina del Sequoia Lodge, no querrás salir de ella.
Con zona cubierta y descubierta, para que no dejes de chapotear en verano ni en invierno, la piscina del Sequoia Lodge es un paraíso para los niños y también para los mayores: mientras unos se divierten jugando en sus
cascadas o en el
tobogán, los otros se relajan en el
jacuzzi. ¡Y no olvidéis daros luego una sesión de sauna!