¿Apatía, cansancio, hostilidad, irritabilidad, melancolía? Estos son algunos de los síntomas de esa tristeza que nos provoca lo que conocemos como depresión post-vacacional.
Tranquilo, no eres el único que pasa por ello. De hecho, el 60% de los trabajadores se deprime al terminar sus días de descanso. Influye también las profesiones: normalmente, las personas que tienen trabajos de cara al público les afecta más el regreso.
Consejos útiles:
- No le des mayor importancia si los primeros días de trabajo te sientes cansado, sin ánimo o con ganas de que acabe el día cuanto antes: ya hemos dicho que la mayoría de trabajadores lo sufre y si te recreas en esa sensación lo pasarás peor.
Si la tristeza se alarga más allá de 15 días acude a un especialista, tienes el riesgo de caer en un estado de "burn out" (quemado), tranquilo, esto sólo le ocurre a un 7% de personas.
[caption id="attachment_30086" align="alignright" width="316"]-Quizás es tarde para hacerlo, pero apúntatelo para la próxima: si puedes, no esperes al último día para volver. Normalmente si nos hemos cogido varias semanas de vacaciones tendrás muchas cosas pendientes que hacer, y no precisamente sólo en el trabajo, abrir la casa, recogerla, regar plantas, poner lavadoras...es una buena idea regresar uno o dos días antes para organizarte mejor y habituarte a tu día a día.
- Saca el lado positivo de volver, al menos tienes trabajo que te proporcionará unas buenas vacaciones para el siguiente año. Tal y como están ahora las cosas en el terreno laboral es mejor estar ocupado.
- Sabemos que el cuerpo lo tienen habituado a otros horarios y que te costará ir temprano a dormir, pero intenta que los primeros duermas al menos las 8 horas diarias recomendadas e incluso si puedes más. De esta manera irás más descansado y con más fuerzas para afrontar la jornada laboral.
- Piensa en los planes que harás en el siguiente fin de semana. Además, puedes marcarte en el calendario los próximos puentes y días festivos y verás como el tiempo pasa más rápido de lo que te crees.
- No te agobies con todo el trabajo pendiente que tienes por delante. Siempre se suele dejar todo muy atado antes de marcharte de vacaciones y a la vuelta todo parece un mundo. Poco a poco, y si los primeros días no te da tiempo a hacer todo lo que te gustaría, no te lo lleves a casa, se entiende que cuesta aterrizar después de la desconexión.
- Márcate unas metas en el trabajo que te diviertan o al menos que te motiven, con eso te tomarás las obligaciones de otra manera.
- Comparte con tus compañeros las experiencias de tus viajes, charla con ellos, crea un ambiente agradable de trabajo y verás todo de otra manera. Se sobrelleva mejor la jornada con un clima relajado y distendido.
- Comienza a alimentarte de manera saludable. En verano normalmente nos saltamos las dietas, comemos a deshoras y lo que nos apetece. Incluso en muchas ocasiones abusamos de las tapas y el alcohol. Es por eso, que a la vuelta hay que volver a poner algo de disciplina en nuestro organismo. Los alimentos que contienen vitamina B ayudan a tener un mejor estado de ánimo y nos aportan energía saludable.
- El deporte es un gran aliado para reducir los niveles de estrés. Libera todo ese cúmulo de malas vibraciones, ya sabes: Mens sana in corpore sano.