
El único contacto que tiene Bulgaria con el mar se encuentra al este del país. Allí, bañado por el Mar Negro, se encuentra la costa homónima, uno de los centros de turismo más importantes del país y casi de toda la región balcánica. La Riviera búlgara. Así es como se conoce estos casi 400 kilómetros de costa entre el norte de Rumanía y el sur de la zona de Turquía que se encuentra dentro de los límites geográficos del continente europeo. Y, con ese mote, ya te puedes hacer una idea de lo que vas a encontrar allí. Sí, efectivamente, playas y más playas de arena blanca y fina, como si estuvieras en el Caribe, vaya, solo que más cerca y con unos precios más que asequibles. La temperatura media durante los meses de verano, 29º, más que suficiente para darte un baño en el Mar Negro y sin llegar a ser un calor sofocante.
Varna es la ciudad y el resort más grande de toda Bulgaria. Podríamos decir que es el Benidorm del país búlgaro, solo que un poco más de historia y solera. Resulta imprescindible, una vez que se está en la ciudad y se quiere hacer un poco de turismo fuera de la playa, visitar las termas romanas. Estas son las mejor conservadas de toda Bulgaria, y resultaron ser, en su momento, las más grandes de todos los Balcanes.
Por el camino que une estas termas con otro de los puntos de interés de la ciudad, como el Museo Etnográfico, puedes pasear por uno de los bulevares que han sido reformados en los últimos años y que alberga multitud de cafeterías, restaurantes, tiendas y lugares donde escuchar buena música. Otro de los puntos de interés de la ciudad es, sin duda, la Catedral de la Dormición, construida a partir de 1880 a través de donaciones particulares y financiada con el dinero que provenía de los impuestos de la lotería. Es el centro ortodoxo más importante de Bulgaria.
130 kilómetros al sur de Varna y a unos 400 de la capital, Sofía, se encuentra Burgas, el centro administrativo de la región y con una población que no supera las 250.000 personas. Este número, claro, crece bastante en los meses de verano, porque Burgas ofrece una oferta turística más que completa. Si te gusta hacer turismo para visitar las distintas iglesias que hay en las ciudades, en Burgas vas a estar en tu salsa. Puedes visitar la Iglesia Armenia, la Iglesia de San Cirilo, la Iglesia Católico-romana, o el Templo a San Ivan Rilsky, un lugar histórico.
A tan solo unos kilómetros al sur de Burgas se encuentra Sozopol, un pequeño pueblo de pescadores que, sin embargo, es uno de los enclaves que no pueden faltar en tu recorrido por la costa del Mar Negro de Bulgaria. La ciudad se divide en dos partes: la vieja y la nueva. En la vieja es donde se encuentra la esencia de lo que un día fue este pueblecito, con los barcos de los pescadores y algún lugar mágico desde donde te puedes bañar en el Mar Negro. En la parte nueva es donde se encuentra mayoritariamente la oferta hotelera y la mayoría de las atracciones para los turistas que, en verano, llenan el pueblo hasta la bandera.
Si antes hacíamos referencia a Benidorm, ahora nos asemejamos más a Marina D´Or cuando hablamos de Sunny Beach, un megaconjunto de hoteles situado en la costa del Mar Negro, entre Varna y Burgas, y donde no falta de nada. Aquí sí que podemos encontrarnos con la mayor similitud con la Riviera Maya, con numerosos hoteles de grandes cadenas hoteles y una excelsa oferta de ocio para el turismo familiar que, durante los meses de verano, acude en masa a alojarse durante sus vacaciones.