Si te animas a viajar al Caribe, en Trinidad y Tobago podrás probar uno de los platos más exóticos del mundo: hamburguesa de Tiburón. En la playa de Maracas, a una hora de la capital, sirven esta especialidad entre dos panes, como toda hamburguesa que se precie y con un toque especial: rodajas de piña, tomate, salsa picante y especias ¿Te atreverías a probarla?
[caption id="attachment_2817" align="alignright" width="240"]Posiblemente te sorprendas más aún si te contamos que en Nicaragua se comen los armadillos, las iguanas, y las boas. A pesar de que algunos de estos animales se encuentran en peligro de extinción se siguen sirviendo, pero nunca en restaurantes habituales u hoteles de Nicaragua. Otro plato que puede sorprender es la tortuga. En algunas regiones amazónicas de Brasil, en la época de inundaciones cuando el Gran Río lo cubre todo, la tierra no ofrece su fruto al hombre y los animales terrestres no están, la tortuga es el plato principal y prácticamente único para muchas familias de indígenas.
[caption id="attachment_2819" align="alignleft" width="270"]Siguiendo la línea de animales “extraños” para la cocina, no podemos olvidarnos de los insectos. Con la excepción de Europa, y por raro que nos parezca, en el resto de continentes es habitual comerlos, esta dieta que incluye insectos se conocen como “entomofagia”. Oaxaca, en México, es famoso por ser un lugar donde se consumen más insectos, parece ser que son nutritivos y que los griegos y romanos los consumían. Prefieren las hormigas, gusanos de madroño, avispas comestibles o escamoles (larvas de hormiga consideradas una exquisitez). Pero no es el único lugar. Bastantes países asiáticos son habituales consumidores de estos pequeños animales, aunque en América central y del Sur podrás probar, por ejemplo, saltamontes si viajas a Colombia o Uruguay.
Algunos platos en el Caribe tienen un claro sentido simbólico y religioso. Es el caso del calalú, una sopa hecha con hojas de varios vegatales que dependiendo del país se acompaña de carne, pescado u otros ingredientes. En Cuba, es el alimento del dios del chango, del trueno, la virilidad, el amor y la música, mientras que en Haití, un país profundamente ritual, es consumido durante el velatorio de difuntos.
C. González
Fuentes: suite101, viajeros4x4x4, historiacocina.com